Organización de bodas

Fui a una boda de invierno perfecta y estos son los ocho aciertos que agradecí como invitada

Porque esta época del año también tiene mucho que ofrecer a los novios y a sus invitados y ya no es temporada baja para el sector nupcial
Boda de invierno ideas aciertos en la organización del enlace en Sevilla
Mónica Ortega

Una boda de invierno en el sur repleta de detalles

Sevilla quizá no sea el enclave más frío para celebrar una boda de invierno memorable, pero lo cierto es que cuando esta ciudad quiere, el local y el foráneo pueden toparse de golpe con una desagradable situación climática. Cierto es que pensar en un enlace en la época de las bajas temperaturas se antoja complejo para muchos, pero cada vez más parejas se animan a escoger diciembre, enero y febrero para pasar por el altar. Y así lo hicieron los novios de una de las celebraciones invernales más bonitas y divertidas que recuerdo, que tuvo lugar el último mes del pasado año, a las puertas de la época navideña. De la ceremonia al baile, todo estuvo medido al milímetro, pensando en la comodidad de los invitados y sin perder un ápice de disfrute y son estos los detalles que seguro inspirarán a otros muchos prometidos al organizar su gran día en la citada temporada.

Mónica Ortega

1. El horario: para aprovechar la luz, una boda de invierno que comienza por la mañana

La climatología es de los pocos elementos del día del enlace que los novios, por mucho que organicen, no pueden controlar. La luz solar necesariamente condiciona la celebración y en invierno, comenzar antes y preparar una boda de mañana se traduce en contar con más horas de luminosidad que darán la sensación al invitado de que ha estado más tiempo celebrando. Este detalle se agradece, también en lo que frío se refiere, pues por la tarde, en esta época del año, el la sensación de fresco va en aumento. El formato permite, además, si se dispone de estufas o de una zona que no resulte especialmente sombría, hacer un agradable cóctel al exterior.

Mónica Ortega

2. Un aperitivo al sol con más propuestas calientes que frías y música en directo

Sí, salvo que la lluvia o el viento hagan acto de presencia, en invierno se puede hacer un ameno aperitivo al aire libre (al que incorporar estufas si parece necesario). Teresa y Curro demostraron que dando presencia a las propuestas calientes y manteniendo una amplia selección de bebidas en las barras exteriores es posible que los invitados disfruten. A todo ello, esta pareja sevillana sumó un gran atractivo: la música en directo. Mayores y pequeños se animaron a bailar al ritmo de grandes éxitos que tocó en directo Gelase Kim.

Mónica Ortega

3. Un menú con productos de temporada y de cercanía

Son muchas las voces que coinciden en que la clave de una buena boda reside en la conjunción de unos novios animados con un buen menú, porque con estos únicos ingredientes todos disfrutarán. Soy de las que piensa que un menú con productos de temporada vale por dos, pues los alimentos pueden estar en su mejor momento y si, se trata de variedades de cercanía, los platos servirán al invitado para conocer todos esos sabores propios de la gastronomía local. En este enlace de invierno las elecciones, en sintonía con el catering Alberto Mejías, fueron arroz con gambones y cangrejo (dado que el novio es de la Puebla del Río donde el arroz es el manjar estrella), wellington de ibérico con chalotas y pastel de trufa y dos postres servidos de forma alterna (tarta pavlova y buñuelos de chocolate con helado de turrón).

Mónica Ortega

4. Un discurso divertido en su justa medida

En toda familia o grupo de amigos hay alguien que quiere dedicar unas palabras a los recién casados. En este caso, el padre de la novia es muy dado a la escritura y en la esperada boda quiso preparar un texto para la pareja, que leyó al final del banquete. Los invitados agradecimos su humor, su prosa y su capacidad para concentrar la emoción y las risas a partes iguales en un texto que no se hizo pesado. En consecuencia, al concluir este mensaje con notas divertidas, todos llegamos al brindis con muchas ganas de celebrar.

Mónica Ortega

5. Una barra libre en interior (siempre con ventilación)

Precisamente porque las temperaturas bajan conforme el sol se esconde, en esta temporada se hace necesario concentrar la fiesta, desde la apertura de la barra libre, en un interior. Esta elección es apropiada siempre que el espacio esté correctamente ventilado y, por suerte, esta zona sí que lo estaba. La ventilación, teniendo en cuenta que en esta época del año es habitual que los virus hagan acto de presencia, resulta imprescindible y no tiene que significar una molestia para los convidados.

6. Unos baños cercanos a la zona de baile

El éxito de una barra libre animada, cuando el frío aprieta, es que los invitados no deban ir demasiado lejos cuando buscan el servicio y parece que los novios tuvieron esto muy presente. Cuando un convidado quería ir al baño tan solo tenía que cruzar unos pocos metros para encontrarlo. Una distribución muy acertada la de la Hacienda de Clarevot (ubicada en Alcalá de Guadaira) que, sin duda, los invitados agradecimos con creces.

Mónica Ortega

7. Una recena (también) caliente

Las wedding planners y expertos en el sector nupcial lo aseguran y servidora, que está acostumbrada a acudir, leer y escribir sobre incontables historias lo confirma: en las bodas de día las recenas son imprescindibles, porque en realidad hacen la función de una cena. Con esta idea clara, el reto es acertar en cantidad y propuestas gastronómicas según la temporada del año y la región en la que nos encontremos. El verdadero acierto en una boda de invierno es dar todo el protagonismo a los bocados calientes, por dos motivos: porque permiten entrar en calor y porque mantienen al invitado hasta el final de la fiesta.

8. Buñuelos: una sorpresa que siempre gusta

Toda buena celebración termina con unos churros y, más concretamente en la Feria de Abril, con unos buñuelos. Por eso los protagonistas de este enlace quisieron hacer un guiño a la festividad sevillana contando con un puesto que recoge la estética y el diseño de los que se ubican en la plazoleta de los buñuelos durante los días de festejos por el Real. Los invitados al enlace pudieron degustar unos ricos buñuelos recién hechos servidos por una familia con años de tradición en el oficio. Un broche final con guiño a su tierra que pocos asistentes podrán olvidar.