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La trayectoria de Janet Novás (Porriño, Pontevedra, 1979) en el mundo de la danza se alarga más de quince años. En la interpretación, apenas dos. Pero ha sido la segunda disciplina la que ha hecho que el gran público se familiarizara con su rostro. A fin de cuentas, el cine es un arte mucho más cercano a lo popular. Es el rostro y el cuerpo de Novás el que ocupa la pantalla durante casi todo el metraje de O corno, la película de la debutante en la dirección de largometrajes Jaione Camborda que se hizo el pasado mes de septiembre con la Concha de Oro del Festival de San Sebastián. Un primer trabajo ante la cámara para la bailarina que también se pudo ver en el Festival de Toronto y que le ha granjeado una nominación a los próximos Premios Goya 2024 que se celebrarán el 10 de marzo en Valladolid, en la categoría de Mejor actriz revelación.
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En O corno interpreta a María, una mujer que se gana la vida mariscando en las aguas que rodean A Illa de Arousa a la vez que ejerce como partera en la zona. Un desagradable suceso dará lugar a la enésima huída de María en una vida en la que nada le ha resultado fácil. Un papel contenido y tremendamente físico en el que Janet Novás echa mano de sus años de entrenamiento en los escenarios y en donde lo rural, el folclore y lo natural se dan la mano, al igual que en sus proyectos como bailarina. “Jaione y yo tenemos amigos en común. Ella conocía mi trabajo desde hacía años y así, a través de ir conociendo nuestros trabajos, nos fuimos encontrando”, cuenta Novás a esta revista a través del teléfono sobre ese encuentro que probablemente llegara para cambiar de manera radical su vida. “Mientras estaba escribiendo el guion, me ha comentado después cuando ya empecé la película, se le pasé yo por la cabeza en muchos momentos por la fisionomía del personaje y todo lo que tenía relación con mi trabajo”, continúa.
La gallega se medirá en la ceremonia de entrega de los próximos Premios Goya con Clàudia Malagelada, la actriz que encarna a la protagonista adolescente de Creatura; Xinyi Je y Yeju Ji, las protagonistas chinas de Chinas, la última película de Arantxa Echevarría, y Sara Becker, de La contadora de películas. A Janet Novás no le pudo el miedo a la hora de adentrarse en un mundo como el de la actuación. “Creo que no fui ni consciente del salto tan grande que suponía”, reconoce la artista con humildad. “Yo no era consciente de que podía suceder todo lo que está pasando ahora”. A pesar de ello, dijo que sí. “Me grabo mucho a mí misma cuando trabajo. Arranqué un poco desde ese lugar, pero luego me entró un poco el vértigo al darme cuenta de que era para el cine. Yo no tenía técnica con la cámara, no sabía”. “Me dejé guiar mucho por Jaione, que hizo una dirección muy buena conmigo, y en ese aspecto fui confiando en las indicaciones que ella me fue dando. Entre el trabajo que yo traía y las indicaciones, aprovechando lo que ella quería sacar de mí, resultó fácil. Evidentemente hubo mucho trabajo, pero como digo yo, cuando lo disfruto no es difícil. Fue muy bonito, muy bien guiado, muy cercano a un equipo”.
No resulta tan habitual que una debutante en el mundo de la interpretación dé con sus huesos en el Festival de San Sebastián para presentar precisamente ese debut. Mucho menos, que esa obra termine alzándose con la Concha de Oro de la cita donostiarra. “Me preguntan mucho sobre ese premio y yo todavía estoy haciéndome a la idea de que he hecho una película. A veces se separa todo un poco de la realidad de una. Es muy grande. Fue muy especial poder estar dentro de un proyecto así, la verdad”, rememora. Sobre lo que experimenta al haber sido reconocida entre las cinco mejores actuaciones nóveles del año, Janet Novás se muestra más contundente. “Siento responsabilidad, aunque también mucho orgullo por poder estar representando un personaje que a mí me toca profundamente, porque tiene que ver mucho con mi historia, con mis orígenes”, explica. “No soy actriz y de repente que me llamen para representar un personaje así y que sea nominado, lo llevo con mucho orgullo, pero también con una responsabilidad grande, porque es la única nominación de la película. Es la primera vez que voy a notar la ausencia de Jaoine porque no estoy con ella de la mano, que me ha llevado siempre”, continúa. “Voy con todas, representando a todas. No solo por Jaione, sino que voy por toda la película. El personaje de María brilla gracias a todo un equipo. Que pase lo que tenga que pasar, evidentemente, pero voy con muchas ganas”, concluye.
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