Las tendencias de primavera verano 2023 se han rendido al look boho. La estética, que tuvo su boom hacia 2015 con embajadoras como las hermanas Olsen o Sienna Miller, regresó sobre la pasarela el año pasado, con pantalones hippies estampados que vimos entre firmas como Paco Rabanne o Emilio Pucci. Esta temporada, las coordenadas son de lo más variadas: se llevan las prendas de siempre, pero con sutiles giros de tuerca desde el punto de vista tonal o de materiales que lo llevan a explorar otras declinaciones. De lo deconstruído a lo más sexy, aquí analizamos cada variante que adopta la tendencia más apetecible del verano.
La elegancia de los maxi (y mini) vestidos
No hay verano sin maxi vestido o falda boho. A Ossie Clarke o Thea Porter, entre otros diseñadores del boho chic, les debemos que esta prenda tenga su hueco asegurado en la maleta de las vacaciones. En 2023, por un lado encontramos las apuestas más ad-lib, en blanco. En Copenhague, Skall Studio apostaba por la versión más túnica, con mangas y bajos festoneados y bordados ingleses en el pecho. La declinación más sofisticada la encontramos en Dior, con una pieza recatada en tonos neutros elaborada en encaje. No falta el detalle de guipur en vestidos con cientos de volantes y detalles, como los que incluyó Zimmermann en su colección de primavera.
Desde el punto de vista cromático, el look boho es un festín para la vista gracias a sus combinaciones de color. Johanna Ortiz es una de las que ha hecho de esta estética su sello de identidad, con vestidos amplios de motivos tropicales. El tie-dye es otro de los motivos imprescindibles del guardarropa hippie, que Ulla Johnson interpreta a través de favorecedores vestidos entallados a diferentes alturas. La forma que tiene Etro de actualizar la tendencia pasa por el degradado, uno de los prints más reiterados del momento. Altuzarra le da un giro inesperado, combinándolo con prendas de sastrería bordadas con botones y monedas para un acabado de aire étnico.
El ganchillo, el punto esencial del look boho
Cada universo estético tiene sus materiales y técnicas de referencia. El romanticismo de volver a las técnicas manuales de siempre como el ganchillo es uno de puntos esenciales para entender la filosofía del movimiento hippie. Por este motivo, es una propuesta omnipresente entre los diseñadores. Emilio Pucci y Grabriela Hearst parten del negro para añadirles diferentes motivos a contraste, de las rayas a la paleta cromática tan Klimt de la diseñadora uruguaya. Además del vestido, los conjuntos son otra forma en la que el ganchillo hace acto de presencia sobre la pasarela, con detalles florales tridimensionales como los de Kenzo o, de nuevo, con degradados tonales en prendas fluidas, como las de Cult Gaia.
Los tonos neutros siguen siendo una baza imbatible a la hora de apostar por el ganchillo. Lo deja claro la colección entera de primavera-verano de Sea NY y otras propuestas como la de Alberta Ferretti. La creadora italiana imagina maxivestidos muy sensuales con rafia crochetada en distintos motivos que también dejan entrever el cuerpo, jugando con la idea de transparencias.
En clave patchwork
La unión de retales es otra de la apuestas asociadas al look boho que también encontramos en las propuestas de primavera. Además del ganchillo, Sea también apunta al patchwork con vestidos efecto ‘colcha’, con motivos de colores. Chloé opta por la combinación de texturas, entre el croché y la piel, mientras que Isabel Marant y Diane von Furstenberg prefieren la mezcla de tejidos, con distintos motivos o en la misma paleta cromática.
Estilismos de aire raído
La apuesta de prendas de segunda mano, con aire abuelil y tinte nostálgico lleva también a trasladar la estética bohemia a cierta deconstrucción. No es postapocalíptico, sino más bien romántico, en la manera en la que se puede encontrar el romanticismo en la decadencia. Así lo concibe, por ejemplo, Maryam Nassir-Zadeh, que opta por tops de apariencia haraposa y pantalones de cuadros con superposiciones de otros básicoss a medio elaborar. En cierto modo, evoca el boro look con el que Rei Kawakubo dejó impactada a la moda parisina en los años 80. La misma apariencia raída se consigue, de nuevo, a través del ganchillo, gracias a prendas que juegan con las transparencias. Si Gabriela Hearst lo propone en amarillo, Acne Studios se decanta por tonos como el lavanda, en conjuntos que también presenta con jirones.
El look boho más sexy
Las referencias bohemias también encuentran su lado más sexy entre las propuestas de primavera. Los hot pants son una de las prendas que han incluido en sus colecciones firmas como Marni, que combina unos shorts mínimos con un top de punto de manga larga de ganchillo. Etro, una de las clásicas de la estética boho, también se sumó a esta pieza con un conjunto integrado por una chaqueta abierta bordada, calcetines y zuecos estampados. Otra opción es el conjunto de sujetador a la vista y minifalda con volantes dosmilera que presenta Alberta Ferretti, con gorra de rafia a juego.
