POSTURA CORPORAL

Mewing: guía completa de los ejercicios con lengua virales

Una de las mayores expertas en postura y fisionomía de nuestro país nos revela los detalles de esta técnica viral popularizada para cambiar la forma de la mandíbula
Mewing guía completa de los ejercicios con lengua para mejorar la forma del rostro
Nuria Val y Coke Bartrina

Mewing: todo sobre el ejercicio facial para cambiar la morfología de la mandíbula

Gracias a múltiples memes y vídeos en redes sociales, el mewing se ha hecho viral bajo la creencia de que estos ejercicios con la lengua son capaces de emular una suerte de contouring de mandíbula, de redefinir el contorno inferior del óvalo facial casi como un relleno de ácido hialurónico muy reticulado, de los que crean volúmenes en el rostro de forma artificial. Algo que suena prácticamente imposible solo con presionar la lengua de forma constante y repetida contra el techo del paladar. De ahí que hayamos consultado a una de las mayores autoridades en postura y fisionomía de nuestro país, Yvette Pons, fundadora y directora de Institut Yvette Pons (Igualada, Barcelona) qué es el mewing y su eficacia real. Esta especialista en morfofisiología estética, posturología y drenaje linfático y titulada en medicina ortomolecular, estética y cosmiatría responde a nuestras dudas, componiendo esta guía completa sobre el mewing.

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Mewing: qué es

“El mewing es una serie de ejercicios para promover la correcta posición de la lengua –contra la parte superior y anterior del paladar– a través de una suave presión”, comienza a explicar Yvette Pons. Ella refiere que se trata de una técnica creada por el ortodoncista británico llamado John Mew (de ahí su nombre), que se ha popularizado enormemente a través de redes sociales, "pues se cree que puede llegar a cambiar la morfología de la mandíbula y de los maxilares superiores, pero la realidad es que no hay evidencias científicas que la respalden para este fin”, añade la experta.

¿Cómo se hace mewing?

La clave del mewing estaría en entrenar la posición de la lengua: "Hay que apoyar la lengua y presionarla con suavidad suavemente a lo largo de todo el paladar, pero sin tocar los dientes, pues podríamos desviarlos”, declara Pons. Por otro lado, recomienda emular todo el tiempo la posición que adquiere la lengua cuando tragamos; una postura que define “el apoyo correcto que deberíamos mantener durante todo el día, menos al hablar y al masticar”. Además, aconseja repetir los siguientes ejercicios a lo largo del día:

  • Dar traguitos de agua y mantener la lengua unos segundos apoyada en el paladar.
  • Realizar un sonido con la boca con las consonantes 'ng' juntas y mantenerlo unos segundos.
  • Intentar tocar la punta de la barbilla con la lengua durante unos instantes (esta acción ayuda a favorecer la elasticidad del frenillo).
  • Ser conscientes durante el día, por ejemplo, activando el temporizador en el móvil con una alarma que nos haga pensar cómo está la lengua colocada.

Beneficios del mewing

Según Pons, "la lengua es un músculo muy fuerte. Si no realiza correctamente la presión en el paladar, los huesos maxilares se van cerrando lateralmente, empeorando progresivamente la mordida, el retrognatismo y la forma mandibular. El mentón pierde parte de su soporte, la nariz se proyecta hacia el suelo y los músculos sublinguales y submandibulares pierden el tono y descienden. A la vez, podemos apreciar un aumento de las ojeras de los párpados, debido a la falta de oxígeno y el hundimiento del hueso orbicular de los ojos”. Por otro lado, añade que la adecuada oclusión dental es fundamental no solo por estética, sino también para una correcta masticación y deglución de los alimentos. Lo contrario aparejaría problemas digestivos y respiratorios con todo lo que comporta, cambios posturales afectando a la salud articular, amneas del sueño, ronquidos y hasta problemas visuales. De este modo, aunque el mewing se ha hecho viral por los beneficios estéticos que se le atribuyen, Yvette Pons afirma que la correcta posición de la lengua es fundamental para la salud en general, puesto que ayuda a:

  • Cerrar la boca y poder respirar por la nariz adecuadamente.
  • Obtener una mayor oxigenación al nivel de las mitocondrias y del cerebro y más energía durante el día.
  • Dormir mejor y descansar profundamente.
  • Mejorar la oclusión dental con una correcta amplitud.
  • Aumentar el tono muscular sublingual y submentoniano, manteniendo el tono de los músculos del cuello y del bajo mentón y los pómulos en su lugar de origen.
  • Mejorar el soporte maxilar y de todas las estructuras superiores del rostro.
  • Erguir la cabeza y mejorar dolores cervicales, dorsales y lumbares.

Como ves, ella no avala los supuestos beneficios estéticos que le atribuyen en TikTok; y advierte de que el mewing no ofrece idénticos resultados a todas las personas: “En ciertas morfologías, no es suficiente ejercitar solo la posición lingual, sino que hay que ayudarse con ortodoncia y recolocación postural. Además, quienes sufren de alergias respiratorias –con las que los afectados siempre respiran por la boca y la mantienen abierta–, si no corrigen la causa, el mewing no les ayudará y tendrán efectos colaterales en el tono muscular y biomecánicos en general”.

¿De verdad funciona el mewing?

Sí y no. Sí que posee numerosos beneficiosos, pero no la habilidad de modificar la forma del rostro. “Considero que el mewing se debería utilizar con precaución y en aquellos casos que la lengua no está correctamente colocada debido a desequilibrios óseos esqueléticos, y siempre complementar el tratamiento con profesionales, tal y como he señalado anteriormente; nunca de forma individual por los efectos colaterales que puede ocasionar, puesto que no podemos pretender cambiar una morfología ósea solo con estos ejercicios, ni cambiar la mordida ni la forma del rostro. Si forzamos demasiado, esta técnica podría llegar a provocarnos serios problemas con la articulación temporomandibular, así como una hipertonificación de los músculos maseteros, o un desgaste dental avanzado”, advierte la terapeuta.

En cualquier caso, esta experta considera que el desarrollo mandibular está predeterminado por la genética, pero puede modificarse negativamente. Por un lado, “podría verse afectado de forma negativa si desde niños no se corrige la postura ascendente, por ejemplo, si los pies son planos o cavos, influyendo en cambios pélvicos y modificación de las curvaturas del eje sacro vertebral y cervical; un desequilibrio que puede influir en un retrognatismo o prognatismo mandibular”. Y al contrario, en determinados morfotipos “se puede ocasionar un cambio postural descendente por tensiones musculares, para equilibrar su biomecanismo”.

Qué problemáticas combate el mewing (en realidad)

Más que la técnica de mewing, mantener la lengua correctamente colocada puede llegar a prevenir amneas, ronquidos, problemas respiratorios, falta de oxigenación en general, falta de energía, mala oclusión dental, ojeras, problemas visuales y problemas digestivos, según Pons.

En cualquier caso, la fundadora de Institut Yvette Pons aconseja “no forzar demasiado estructuras anatómicas que puedan ocasionar dolor, como la articulación temporomandibular, hipertono de los músculos maseteros, dolor de cabeza y presión nasal. También podría producirse desgaste dental al presionar demasiado los dientes si la mordida ya no es correcta”. ¿Conclusión? Sé constante y disfruta de sus beneficios, pero no esperes milagros.

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