Tendencias novias

Ramos de novia de una misma flor: la tendencia más elegante se renueva cada temporada

Para este fenómeno que no caduca, en cada estación del año cambia el contenido, pero no el continente: un formato floral que siempre resulta sofisticado
Ramos de novia de la misma flor tendencia
Días de vino y rosas

Ramos de novia de una misma flor

En este universo cambiante, romántico y cada vez más opulento a la par que estridente (solo en cierto casos) que es el sector nupcial, todavía perviven claves de estilo que siempre funcionan para todas. Del velo más clásico a la sencillez en el maquillaje, pasando por los zapatos azules y los ramos de novia de una misma flor, existen fenómenos por los que no pasa el tiempo y que llevan asociado un ápice de elegancia que, sea cual sea la estética de la protagonista, no se crea ni se destruye, solo se transforma. Es precisamente la tendencia que apuesta por los diseños florales de una única variedad (fresca o preservada) la que, temporada tras temporada, gusta a las expertas en la materia, a las prometidas que esperan para dar el ‘sí, quiero’ y a las amantes del mundo de las bodas. Porque para completar un look de novia con ese toque diferencial, a veces, solo hace falta elegir una flor (pero una muy especial).

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Si el objetivo es localizar quién llevó primero este accesorio en su versión más minimalista, la búsqueda resulta complicada, pero es cierto que se hace difícil olvidar a algunas de las celebrities que se han ido sumando a esta tendencia. Recordamos especialmente a dos novias que, cada una en su tiempo, decidieron llevar este complemento en su gran día. Elizabeth Taylor es una de ellas. La actriz se casó con Richard Burton, la primera vez, en 1964 y optó por un vestido amarillo (de Irene Sharaff) y un ramo de novia a juego, además de lirios y jacintos en el pelo. Más actual, aunque igualmente disruptivo, fue el look de Poppy Delevingne en su boda con James Cook, allá por 2014, para la que se decantó por un diseño de Chanel y un bouquet de peonías blancas con acabado vainilla.

La boda de Elizabeth Taylor y Richard BurtonHulton Archive
Poppy Delevingne y James Cook a la salida de la iglesia de St. Pauls en Knighstbridge (2014).Stuart C. Wilson vía Getty Images

Una idea que gusta entre las novias virales y en las bodas Vogue

Al sumergirse en las redes sociales o bucear entre quienes protagonizan las bodas Vogue, se detecta que los ramos de novia de una misma flor son una constante entre las fotos que acumulan más ‘me gustas’. Porque este diseño floral convence a todo tipo de prometidas, de las clásicas a las antibride, en blanco principalmente —aunque otros tonos también reclaman su hueco— y en creaciones de tallo largo o estilo bouquet. Y es que año tras año, los floristas confirman que el formato está entre los más solicitados, especialmente buscado por las indecisas, que saben que esta es una apuesta segura para completar su estilismo nupcial. A ello añadimos un apunte: como demuestran cada vez más novias, misma variedad no se traduce necesariamente en mismo color. Es decir, podemos encontrar un ramo de diferentes tonalidades elaborado con un único tipo de flor.

Paloma Gómez
Sara. Ramo: El taller de Clo. Foto: Norwud

Sobre las flores a utilizar para realizar esta clase de composiciones puede hablarse largo y tendido. Si bien el abanico es amplio, es posible localizar variedades marcadas por la estación del año para su florecimiento y otras que parecen atemporales. En el grupo de las segundas encontramos las rosas, que desde primavera a invierno (en climas cálidos la floración es casi ininterrumpida) están en todo su esplendor y los claveles, que son propios de primavera y verano, pero que con la subida de las temperaturas también están presentes en otoño.

Cristina. Ramo: Melero. Foto: Nanuk
María Espinosa

Las flores de las bodas de otoño e invierno

En otoño e invierno, para dar forma a esos ramos de novia de una misma flor, es posible encontrar variedades que comienzan a florecer en verano (como las hortensias y las dalias) que aguantan hasta principios de invierno o flores propias de esta estación del año: crisantemos, flor de algodón, tulipanes, anémonas, orquídeas, camelias, mimosas, entre otras alternativas. Todas ellas gozan de protagonismo en los meses más fríos del año y se alían con el color que otorgan las cintas estampadas, bordadas o tejidas de tonalidades vivas que atan estos diseños.

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Las flores de las bodas de primavera y verano

La primavera es, sin duda, la época de las flores y es quizá cuando están en todo su esplendor, por color y tamaño. Esto supone que las novias encuentren multitud de opciones para dar forma a sus ramos. Desde la elegancia de los ranúnculos a la delicadeza de las peonías, propias del mes de junio. Entre los enlaces Vogue, se cuentan las recién casadas que eligieron el formato de flor única, como la artista Laura Hayden que recurrió a un diseño realizado únicamente con anturio. También pusieron un punto original las calas blancas elegidas por Virginia Sancho y las gerberas, seleccionadas por Andrea para completar su look con pamela XL y por María y Míriam para su gran día en Valencia.

Días de vino y rosas
PorPartedelaNovia
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O todo al verde

En ocasiones, las novias que buscan un acabado poco previsible en materia floral, encuentran la horma de su zapato en una declinación de esta tendencia que además de creativa, es perfecta para amantes de la inspiración campestre (y económica): la de todo al verde. La idea no es otra que prescindir del color que aportan las flores y optar por el aspecto salvaje y fresco de algún tipo de verde (olivo, esparraguera, eucalipto, romero…) en una propuesta de tipo cascada. Es lo que hizo Fátima, en su enlace en La Coruña, que escogió helecho plumoso para su ramo, realizado por floristería Médula. A juzgar por sus imágenes, poca duda cabe de que el resultado fue verdaderamente especial. Una forma, muy ingeniosa, de actualizar esta tendencia que ha trascendido generaciones.