¡Lentejuelas! ¡Plumas! ¡Terciopelo! Los acabados más característicos de los vestidos de fiesta no son, por desgracia, nada sostenibles (ni éticos, en el caso de las plumas). De hecho, la gran mayoría de la moda de fiesta se fabrica con materiales sintéticos derivados de combustibles fósiles, como el poliéster, que no se biodegrada.
Dado que muchas de estas prendas solo se usan una vez, y de cara a evitar de que ese look especial acabe (más pronto que tarde) en el vertedero, merece la pena pensárselo dos veces antes de comprarnos algo nuevo estas fiestas. Por suerte, cada vez existen más opciones sostenibles, desde la segunda mano hasta el alquiler.
Abordamos todas ellas en nuestra guía Vogue con las compras más inteligentes y sostenibles para vestir de fiesta estas Navidades.
Sal de compras a tu propio armario
Por supuesto, lo más sostenible para esta (o cualquier) temporada de celebraciones es ponerte algo que ya tengas en el armario. Teniendo en cuenta que, según una encuesta realizada en Reino Unido, una de cada cinco personas afirma que no repetiría un look recién comprado en más de un evento, más vale echar un ojo en tu fondo de tu armario en busca de joyas olvidadas antes de seguir el impulso de salir de compras. Cada vez son más las estrellas que repiten look en varias citas importantes, por lo que llevar lo mismo nunca ha estado tan de moda.
Considera también la opción de vestir prendas más informales que normalmente no calificarías de "ropa de fiesta". Por ejemplo, puedes complementar tu combo favorito de camisa blanca y vaqueros con unos mules metalizados y un bolso baguette de lentejuelas; o convertir un top de seda en la prenda más discotequera combinándola con unos pendientes llamativos y un pantalón negro de traje.
Alquila un vestido de fiesta
Si quieres lucir algo nuevo, ¿por qué no lo alquilas en lugar de comprarlo? Gracias al auge de plataformas como Hurr, By Rotation y My Wardrobe HQ, (o en España, de Ecodicta a Verone) alquilar es más fácil que nunca y la mayoría de los servicios ofrecen devolver el dinero si el vestido no te queda bien. Además, sus catálogos vienen bien surtidos de marcas de culto como The Vampire's Wife, 16Arlington y Taller Marmo, de modo que hay mucho donde elegir. ¿Un consejo? Haz tu pedido con bastante tiempo de antelación, por si la prenda no te queda bien, y prueba a experimentar con looks más extravagantes: lo bueno de alquilar es que se acabó el preocuparse por amortizar lo que vale.
Opta por moda vintage
Viendo que lo vintage está cada vez más presente las alfombras rojas, quizá te animes a buscar un modelazo de segunda mano en sitios como Vestiaire Collective, Farfetch Pre-Owned o eBay, el patio de recreo original de los cazadores de gangas. No olvides fijar alertas para todos tus diseñadores favoritos, tanto si buscas un Versace de los 90 como un Gucci de la época de Tom Ford. Además, no descartes mirar en la sección de moda masculina de hombre si eres más de sastrería, tipo chalecos o americanas de esmoquin.
Invierte en marcas ecológicas
¿Buscas una inversión a largo plazo? Por suerte, ahora hay un montón de firmas con filosofía sostenible, como los especialistas en upcycling de Germanier (con cantidad de plumas y cristales de Swarovski reciclados) y de Conner Ives (cuyos vestidos mantón son perfectos para celebrar). Recuerda que el objetivo aquí es comprar una prenda ahora para conservarla y llevarla siempre.
No descuides los complementos
Para epatar estas Navidades, quizá quieras alquilar un accesorio llamativo para rematar tu look. La web de alquiler de bolsos de lujo Cocoon tiene varias grandes piezas entre las que elegir, como el bolso de cristales Cleo de Prada (uno de los favoritos de la redacción de Vogue). Por su parte, Hurr te ofrece una amplia gama de joyas, desde Alighieri hasta una colaboración especial con la especialista en vintage Susan Caplan. En internet tampoco faltan grandes bolsos de segunda mano a precios bastante asequibles: nuestra compra soñada es el bolso Horsebit de Tom Ford para Gucci.
Este artículo se publicó originalmente en Vogue.com
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