En la redacción de Vogue debemos admitir que somos bastante infieles en lo que a cosmética se refiere. Por mucho que nos guste un producto, siempre llega a nuestras manos una novedad, una fórmula mítica o una recomendación que nos invita a seguir experimentando con nuestra rutina de belleza. Por eso, cuando oyes en la oficina algo como “esta es la mejor crema que he probado nunca”, “este tónico me salvó la piel con el uso de la mascarilla” o, incluso más significativo, “este es el único producto que me compraría siempre”, sabes que algo pasa con ese cosmético. Porque para obtener nuestra fidelidad, debe ser (muy) efectivo.
Así que, con diferentes tipos de pieles, edades y, por tanto, necesidades, la redacción ha escogido aquellos productos que le salvaron la vida en un momento puntual (y desde entonces, no se han despegado de ellos), o aquellos que se han convertido en una constante imprescindible en sus rutinas. Básicos de limpieza facial, fotoprotectores efecto segunda piel, cosméticos de farmacia, fórmulas (casi) milagrosas y algún producto viral componen nuestra lista de irremplazables. En resumen, toma nota:
Ana Morales, editora de Belleza
Aunque soy bastante fiel a unos cuantos productos de belleza que uso con devoción mientras experimento con otros tantos –por deformación profesional y gusto personal–, si tuviera que elegir solo uno sería el Agua de belleza de Caudalíe. Creo que no hay un cosmético igual en el mercado y cuando dejo de usarlo lo noto. Por eso entiendo el furor que causa entre celebrities y resto de mortales. Me encanta su olor a rosa, azahara y menta –de hecho, a veces lo uso como perfume– pero mucho más el efecto que tiene en la piel. Como buen producto de culto multifunción tiene una extensa lista de usos a sus espaldas –cada cual lo reinventa a su manera–, pero a mí me gusta especialmente como tónico ya que noto como si se mejorara el aspecto de los poros casi al instante. Y también como spray fijador del maquillaje. Pero prometo experimentar con los otros usos que se le atribuyen. Tiempo al tiempo.
Marina Valera, Social Media Manager
A riesgo de pecar de poco original (sé de buena tinta que muchas de la redacción son fanáticas de este producto), tengo que citar el tónico de ácido glicólico de Pixi. Fue durante el confinamiento cuando empezaron a salirme granitos e, investigando un poco en los temas de la web, me di cuenta de que necesitaba resetear mi piel con un tónico, un producto que había dejado de usar hace tiempo porque me resecaba mucho la piel. Di a parar con un tema de Paloma Abad en el que hablaba maravillas de éste e hice mi pedido online. No solo se me quitaron los granos sino que me dejó la piel mucho más luminosa, así que no he dejado de usarlo desde entonces.
Mi producto estrella es, sin duda, el protector solar con color FotoUltra 100 Active Unify Fusion Fluid de ISDIN. Lo uso desde el verano de 2018, y lo recuerdo bien porque fue durante mi viaje a Japón cuando empecé a usarlo y decidí que me pondría protector solar cada día del año por el resto de mi vida. Además de tener un color que se adapta a mi tono de piel y de tener una textura cero grasa que se extiende muy bien, noté una gran mejoría en mis manchas (tengo melasma) porque también es un producto de tratamiento. Aunque confieso que ahora le estoy poniendo los cuernos con otro, sé que volveré una y otra vez.
Eva Blanco, editoria de Living
Un producto que, gracias a la prescripción en redes sociales y a las recomendaciones de los dermatólogos, se ha convertido ya en todo un clásico moderno. Descubrí el Hydrating Cleanser de CeraVe hace un par de años y ahora es un imprescindible de mi minimalista rutina de cuidado facial [entiéndase ‘minimalismo’ como el resultado de ser demasiado vaga para ir más allá de los básicos y haber sido bendecida con una piel mixta que no requiere de tratamientos especiales]. Bueno, al lío: me aplico el gel en la ducha por las mañanas. De tal forma que, con un sencillo gesto, el rostro ya está limpio, hidratado y con jugosidad a primera hora del día. Luego, el resto de básicos. En mi caso: tónico, sérum con vitamina C y protección solar con color. ¿Un minuto tardo? Un minuto.
Ana Gándara, editora de Belleza
Si fuese posible, me bañaría en la Magic Cream de Charlotte Tilbury. He probado muchas hidratantes, pero ninguna me deja la piel tan aterciopelada y luminosa como la famosa fórmula que avalan multitud de modelos y celebrities. A pesar de tener una textura ligeramente untuosa, se funde a la perfección en cuestión de segundos, sin dejar una sensación grasa o pegajosa, siendo apta incluso para pieles grasas (como es mi caso). También tiene SPF 15 (vale que no es mucho, pero siempre ayuda) y funciona asimismo como una perfecta prebase de maquillaje, aunque su efecto buena cara es tal que, sinceramente, no necesito nada más cuando me la aplico. No hace magia, pero casi.
Utilizo a menudo mucho maquillaje de alta pigmentación, como barras de labios permanentes o sombras de ojos con glitter, y hasta hace relativamente poco, la única forma de desmaquillarme era frotando (demasiado) con discos de algodón. Hasta que descubrí el aceite de Urang, una fórmula con la que rápidamente elimino todo rastro de base, labial, máscara de pestañas y cualquier producto que se precie en cuestión de segundos. Además, a pesar de tener la piel mixta, su textura oleosa no engrasa mi rostro, aunque sí que me he vuelto aficionada a realizar una doble limpieza por las noches. Y mi piel me lo ha agradecido, sin duda.
Nuala Phillips, editora de Moda
Nunca he sido de tónicos, ya que con la piel seca y especialmente reactiva con la que he sido bendecida, este tipo de productos siempre habían resultado más cercanos a la sosa cáustica que a un cosmético para mí. Hasta que descubrí esta solución de Fenty, que es perfecta para después de la ducha. Con el agua caliente y, de nuevo, la piel híper sensible, no puedo aplicarme ninguna crema después de ducharme o, de lo contrario, acabo con algo parecido a un shock anafiláctico. Este tónico, sin embargo, no solo es suave y delicado con la piel, sino que ayuda a cerrar los poros y a preparar el rostro para los siguientes pasos. No tiene mucha más pretensión que esa, pero lo importante es que como diría Rihanna: work work work work work(s).
Garbiñe Continente, editora de Living y Novias
Dar con los ingredientes que funcionan en mi piel, sin irritarla, provocar exceso de grasa ni sequedad, no ha sido tarea fácil. Había probado anteriormente a incorporar la vitamina C en mi rutina pero no terminaba de convencerme. Creo que porque era en cremas o cosméticos que llevaban otros ingredientes. Hasta que probé la de The Inkey List (una marca con una formulación sencilla y a MUY buen precio). Aplico su sérum de Vitamina C cada mañana, tiene una textura aterciopelada y consigue ese efecto glow del que presume este ingrediente. Creo que es clave en una rutina de piel sencilla cuando no hay necesidades muy específicas: efecto buena cara en altas dosis.
Ya he hablado anteriormente de esta crema hidratante. La encontré en un momento crítico con mi piel: absolutamente todos los cosméticos que probaba me provocaban la aparición de granitos, me irritaban la piel y, al mismo tiempo, tenía una sensación de deshidratación constante. Leí que esta crema era uno de esos cosméticos milagrosos así que abandoné todo lo que estaba utilizando y reduje mi rutina facial a un limpiador para pieles sensibles (también de Avène) y esta crema hidratante. Puedo afirmar que fue milagrosa y, desde hace dos años, la utilizo para todo: de día, de noche, como mascarilla cuando siento que mi piel necesita un plus de hidratación o para calmar el rostro y el escote tras la exposición solar. Es un must todo el año pero, especialmente, en verano: su textura gel aporta frescor y se absorbe al instante.
Violeta Valdés, editora de Belleza
En mayor o menor medida, he padecido dermatitis toda la vida, y lo único que me ha eliminado los eccemas por completo es el bálsamo B-Calm de Germaine de Capuccini. Se trata de una loción concebida para aplicar sobre las zonas lesionadas, que en cuestión de días van desapareciendo. Desde que lo descubrí, siempre llevo uno a mano; sobre todo, cuando viajo.
Alberto Sisí, editor de Living
Uso Sensibio Gel Moussant de Bioderma desde que me lo recomendó una farmacéutica. Compro los botes grandes, además. Tengo la piel de la cara muy delicada y me cuesta mucho seguir una rutina por lo que suelo usarlo en la ducha y así tengo asegurado que no se me olvida. No tiene jabón ni perfumes y apenas hace espuma. Desde que empecé con él hace unos tres años tengo la piel mucho mejor y sí he visto resultados. Es el único cosmético al que le he sido fiel en toda mi vida.
Esther Giménez, Adaptation Editor
Tengo la piel muy blanca y sensible, con tendencia a que me salgan manchas, y este es mi fotoprotector facial de cabecera para todos los días del año. Tiendo a usar fórmulas ligeras para evitar posibles reacciones y la de Fusion Water se funde a la perfección con la piel, incluso mojada, ¡totalmente invisible! Además, funciona casi como una prebase: no aporta nada de peso si lo aplicas sobre tu crema hidratante y suaviza por sí mismo gracias al ácido hialurónico que contiene. Por supuesto, protección de alto espectro.
Nuria Luis, editora de Moda
Este maravilloso ácido glicólico de Skinfy me ha cambiado la vida. Mi piel tiene tendencia acneica (por no decir que tengo más acné ahora que de adolescente), pero lo llevo a raya salvo algún grano hormonal puntual desde que comencé a utilizarlo. No falla en la rutina de noche.
Alexandra Lores, editora de Compras
Me encontré con este gel por casualidad. Desde adolescente, el acné me ha acompañado. Ya de adulta, es la zona de la barbilla la que más me atormenta: los granitos se reproducen, y no hay nada que pueda hacer para combatirlos. Hasta que apareció en mi vida este producto de Clinique, que seca las rojeces durante la noche sin resultar abrasivo. Es magia sin pretensiones y eso, a veces, es lo único que le pido a un cosmético.
Alba Roces, Estilista
Tengo la piel súper sensible y con rosácea y la mascarilla Tolérance de Avène es lo único que me la alivia cuando me dan brotes. También me viene muy bien para hidratarla en profundidad si la tengo muy seca.