boda de Joey King y Steven Piet
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La boda de Joey King y Steven Piet en Mallorca: ‘El gran Gatsby’ con un toque español

Norman & Blake

La actriz de Mi primer beso vistió de Oscar de la Renta para dar el sí al director en una antigua fortaleza medieval

Dado el alto impacto del vestido de novia –con su espectacular escote palabra de honor y sus enormes paillettes a modo de pétalos–, Joey decidió simplificar el peinado: "Como hacía mucho viento durante la ceremonia, acabo ganando un poco de textura", explica. En cuanto al maquillaje, la novia apostó por añadir algo de brillo, pero sin dejar de ser ella misma. Quiso también incorporar elementos del vestido en la manicura, así que se incluyeron detalles festoneados a juego con las paillettes del vestido. "Fui muy afortunada de que mi equipo, con el que llevo trabajando tantos años, formase parte de este día", dice Joey. "¡Significó mucho para mí!".

La ceremonia, que tuvo lugar en la terraza inferior que se alza junto a la piscina, fue, en palabras de Joey, “la perfección absoluta”. La ofició Erik, un amigo de la pareja, y Sabrina Carpenter cantó a los novios en el altar. "Mirar desde el altar a todos nuestros amigos y familiares fue un momento inolvidable", dice Joey. “Vivimos el momento intensamente y nos sumergimos en cada detalle, fue mágico”. Las sobrinas y el sobrino de Steven, así como la abuela de Joey, leyeron los votos: “Entre eso y escuchar los votos de Steven y poder leerle los míos… No podría haber sido mejor todo”, continúa. “También debo añadir que llovía a cántaros justo antes de la ceremonia y, no sé cómo, el sol salió de repente justo cuando llegaron los invitados. Tuvimos muchísima suerte”.

Después de la ceremonia, los invitados se dirigieron a una carpa palaciega instalada junto a la casa principal. Allí, la madre y las hermanas de Joey y el hermano de Steven pronunciaron discursos divertidísimos y conmovedores: “Todo el mundo lloraba”, cuenta Joey. "Y luego la comida y la bebida... Dios, qué comida y qué bebida. Fue increíble. Servimos el Jesse James's Usual, bautizado así por nuestro querido perro, que era un spicy margarita delicioso y las carrilleras de ternera fueron lo que más me gustó de todo".

Los recién casados compartieron su primer baile al son de Sea of Love de Cat Power. "Fue mágico", dice Joey. "Mirar a mi marido perfecto mientras bailaba esta canción tan ideal fue un sueño". desde ahí, la fiesta cogió ritmo. “Bailamos tanto que parecía que nos habíamos duchado de tanto sudar”, bromea Joey. "Lo mejor fue ver a todos los amigos que no se conocían hablar unos con otros y conectar al instante. Estamos rodeados de gente maravillosa, y verlos a todos reunidos nos contagió de alegría".

Este artículo se publicó originalmente en Vogue.com