Vejer de la Frontera, el pueblo más bonito de Cádiz
No hay visitante que pase por la Costa de la Luz sin hacer una parada en este pueblo blanco donde la esencia gaditana se fusiona con la cultura árabe, consiguiendo un ambiente mágico que se respira en todos sus rincones. Cada una de sus callejuelas, miradores y paradas son absolutamente fotografiables y la luz de sus atardeceres estivales es digna de admirar.
Tal es el reclamo que ha generado este pueblo que, en los últimos años, ha pasado de ser una localidad de visita obligada a coronarse como un destino en sí mismo. No, Vejer de la Frontera no tiene playa pero cuenta con todos los atractivos para elegirlo como base de unas vacaciones en Cádiz. Estos hoteles, restaurantes, centros culturales y lugares de interés que lo confirman.
Dónde comer en Vejer: los restaurantes en los que debes reservar (si es con antelación, mejor)
Se trata del restaurante más emblemático de Vejer, situado en la plaza principal del pueblo, en un granero del siglo XVI, junto al Hotel La Casa del Califa. Para llegar hasta él hay que recorrer una serie de pasadizos que conducen hasta un jardín interior plagado de palmeras que sumerge al comensal en Las mil y una noches y que ofrece una velada única. En la carta de El Jardín del Califa de inspiración árabe, encontramos platos como la harira, los tagine, pinchitos, pastela, couscous o breuats. Estas elaboraciones conviven con recetas a base de productos locales, como el atún rojo de almadraba y la carne de ternera de retinto. El broche de oro lo pone su terraza, la tetería del califa, donde dejarte atrapar por las escalonadas casas blancas, un buen te, y por supuesto, uno de los mejores pasteles árabes que vas a probar. Una experiencia que hay que vivir, sí o sí.
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Al buscar en Google restaurantes para cenar en Vejer de la Frontera aparece, inmediatamente, 4 Estaciones. Esto es indicador de dos cosas; por un lado, garantiza que se come bien y, por otro, hace prever que será complicado encontrar una mesa sin reserva. Su carta eleva los clásicos de la gastronomía local a través de elaboraciones sorprendentes. Destacan platos como las croquetas de puchero con lamina de panceta ibérica y mayonesa de hierbabuena, el saam de cola de langostino a la brasa con guacamole y huevas de trucha, sus papas aliñas con tartar de atún de almadraba y gazpachuelo de su pil pil, las albóndigas de atún en crudo con salsa de encebollao y oloroso o el brioche relleno de lomo en manteca escabechá. Un festín solo apto para foodies.
Otro de los emblemas gastronómicos de Vejer es FEZ, un rincón donde disfrutar de la comida de Oriente Medio con un toque cosmopolita. En su carta ofrecen recetas desenfadadas con sabores sorprendentes, entre las que destacan ensaladas, sopas, mezze, o tajines. Además, para los amantes de los desayunos eternos, en Fez ofrecen un brunch diario, y donde dejarte atrapar por propuestas que transportan al norte de Áfric. En cuanto al interiorismo, los colores vibrantes y los materiales nobles conviven armoniosamente con las fibras naturales y los estampados retro, creando un ambiente de lo más cálido.
Narea es la nueva apertura gastro de Vejer. Situado en plena calle de la Corredera, destaca por sus encantadora terraza, con unas vistas envidiables, ideal para disfrutar de los atardeceres gaditanos. Tras los fogones están Jaime, sanluqueño, y Alejandra, italo-argentina criada en la costa del sol; juntos consiguen la fusión perfecta en cada bocado. En la carta de Narea destacan la Semimojama de atún con ajoblanco, fresa, almendra y alcaparra, la Croqueta de kimchi con pastrami de vaca, el puerro a la brasa con romesco, o la Raya cocinada a baja temperatura en manteca colorá con salsa holandesa.
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Dónde dormir: los hoteles donde alojarse
Situado a escasos metros de la Plaza de España se encuentra Casablanca, una casa andaluza reconvertida en 5 apartamentos llenos con encanto. En sus habitaciones destacan los techos altos, las ventanas y puertas de madera, cuyo estilo rústico y materiales naturales elevan la belleza del lugar.
En su terraza rodeada de tumbonas y vegetación podrás disfrutar de sesiones de mindfulness impartidas por una de las propietarias. Y la joya de la casa se encuentra tras una pequeña puerta de estilo marroquí, donde se encuentra su increíble terma, entre cuevas centenarias de roca natural y un agua que ronda los 34 grados.
Situado en el centro histórico de Vejer y colindando con el Castillo se encuentra este pequeño y acogedor hotel boutique. Una antigua casa señorial del siglo XVI restaurada en alojamiento, que aun conserva muchos de los detalles originales como las atractivas columnas de su patio principal.
El hotel cuenta de 12 habitaciones donde cada una de ellas transmiten una personalidad diferente. Sin embargo, a pesar de no seguir un patrón común, todas ellas comparten un mismo secreto: un pequeño patio interior de estilo andaluz y una atractiva bañera. Pero estos no son los únicos encantos del hotel, este dispone de una azotea con unas vistas privilegiadas a la ciudad, donde contemplar unos atardeceres de ensueño. Aquí también podrás disfrutar de su aljibe propio del siglo XIII, y en el que desearás no salir jamás.
Plaza 18 es el primer hotel de lujo en el centro histórico de Vejer. Un alojamiento con solo seis habitaciones en un viejo caserón del siglo XIX ubicado junto a la emblemática Plaza de España y que ofrece vistas privilegiadas a la sierra, las playas gadinatas y al norte de África. El interiorismo, a cargo de Nicky Dobree, se ha diseñado con el objetivo de preservar la esencia del edificio, trabajando con materiales como la cal, los suelos de madera, la piedra natural y el mármol. Además, cada una de las habitaciones cuenta una historia diferente y cuentan con piezas de todo el mundo seleccionadas cuidadosamente. En las estancias comunes encontramos obras de arte de gran valor y un trabajo decorativo excepcional. Un enclave único donde el disfrute y el confort están asegurados.
Qué ver y hacer en Vejer de la Frontera
Pasear por Vejer es un plan en sí mismo. No hace falta tener una guía específica porque las calles del casco antiguo te van descubriendo todos los rincones que encierra el municipio. La abarrotadísima Plaza de España –especialmente en los meses de julio y agosto-, centro neurálgico de la localidad; la calle de Nuestra Señora de la Oliva, una de las vías centrales del pueblo que alberga el Palacio del Marqués de Tamarón, en cuyo interior se encuentra el Museo de Vejer; el castillo árabe, ubicado en el barrio de la Judería; las murallas de la ciudad, con todos los secretos y curiosidades que encierran; o la calle Arcos de las Monjas, posiblemente, la más fotografiada del lugar, son algunos de los rincones que encontrarás al recorrer sus callejuelas escoltadas por una multitud de casas blancas. ¿Nos perdemos?
Si eres de los que prefiere huir de las típicas visitas guiadas eternas y monótonas, Marimantas será tu mayor descubrimiento. La opción más dinámica (y atractiva) de recorrer cada una de sus calles empedradas y conocer toda la magia que esta villa esconde. Una visita cantada de la mano de su emblemático personaje Marimanta, donde el son de la guitarra revelará los fascinantes rincones y las cautivadoras leyendas de Vejer, incluida la intrigante historia de sus cobijadas.
La Fundación Montenmedio es la joya museística oculta de la zona. Puede que la mayoría de veraneantes acudan a Cádiz en busca de sol, playa y una gastronomía exquisita. Sin embargo, esta este lugar es la prueba de que los planes culturales tienen cabida en la ecuación. Se trata de un museo al aire libre único en España, donde se establece un diálogo entre el arte contemporáneo y la naturaleza propia de la zona. En su agenda cuenta con artistas internacionales en cuya obra el paisaje y el entorno tienen un papel fundamental. Una visita obligada si te encuentras en los alrededores de Vejer de la Frontera y una alternativa muy atractiva para los días en los que el viento de Levante impide pasar una jornada de playa agradable.
No hay duda de que no hay mejor plan que perderse (sin querer encontrarse) por las calles de cualquier ciudad. Pero si es en una villa como Vejer, en cada recoveco encontrarás tiendas, vistas o lugares para recordar. Una de las paradas que aparecen por sorpresa y que se vuelven obligatorias entre sus callejones blancos es conocer a los artesanos locales y sus inigualables piezas. Como descubrir el paraíso de la ilustradora Neila Pascual y sus brillantes acuarelas dedicadas al mar, al flamenco o a cualquier rincón especial, o acercarte a conocer el taller del joyero Rafael Sánchez, y sus exquisitas joyas de autor elaboradas con suma delicadeza.
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Si algo atrae al turista a la región de Cádiz es su costa. Playas kilométricas de arena blanca, aguas cristalinas y sol perenne donde los vientos de Levante y Poniente consiguen un microclima agradable, difícil de conseguir en otras costas del sur de España. En este sentido, Vejer de la Frontera, pese a ser un pueblo de interior, cuenta con una ubicación perfecta que permite visitar algunas de las mejores playas de la zona: desde El Palmar (la más cercana y popular en los alrededores) a las playas de el Faro de Trafalgar o las calas ubicadas en Los Caños de Meca. Bajando un poco más hacia el sur, encontramos los enclaves paradisíacos de Zahara de Los Atunes (Atlanterra o Los Alemanes) y, a continuación, Bolonia, Valdevaqueros y el resto de playas de Tarifa. Si nos acercamos a la Bahía de Cádiz, aparecen las playas más familiares de Conil de la Frontera, las calas de Roche y la kilométrica Playa de la Barrosa. Si lo que buscas es sol y arena este es, sin duda, tu lugar.
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