La ropa que compras en Eileen Fisher no tiene por qué acabar en la basura. Desde 2009, la empresa ha recuperado más de 1,9 millones de prendas propias para revenderlas a través de su plataforma Renew.
Desde 2021, Eva Joan renueva prendas antiguas con adornos creativos y divertidos en su tienda del centro de Nueva York.
La diseñadora Priya Ahluwalia lanzó una aplicación en 2021 en colaboración con Microsoft que permite donar ropa usada a cambio de crédito en la tienda online de su marca.
Lanzado por primera vez en 2013, el programa Garment Collecting de H&M tiene como objetivo mantener la ropa usada en circulación durante más tiempo. Solo tienes que entregar tus textiles viejos, de cualquier marca y en cualquier estado, y recibirás un vale de agradecimiento con un descuento para tu próxima compra. El minorista sueco colabora con I:CO para clasificar la ropa y destinarla a la reventa, la reutilización y el reciclaje.
Esta consultoría personal de upcycling fomenta la colaboración entre su clientela y una serie de diseñadores que han de cumplir con los criterios de Reture, basados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, antes de unirse al programa.
Las fundadoras de Swedish Stockings, Linn Frisinger y Nadja Forsberg, han puesto en marcha un club de reciclaje destinado a limpiar la industria de la calcetería. Solo tienes que enviar tus medias viejas y recibirás un 10% de descuento en tu próxima compra en la marca.
Envía tus bolsas de ropa no deseada a Thrift+ y la plataforma se encargará de catalogarlas y venderlas por ti a cambio de donaciones solidarias, crédito en Farfetch o ambas cosas.
Lanzado en 2022, el programa Re-Sell de Balenciaga da una segunda vida a tus prendas. Actualmente está disponible en Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Francia y Singapur, donde puedes reservar una recogida o entrega en tienda de tus artículos. Una vez vendidos, puedes canjearlos por dinero en efectivo o recibir crédito en la tienda por valor de un 20% más.
Todas las joyas merecen ser llevadas, dice la marca londinense Kimai, que rediseña piezas antiguas reciclando el metal y utilizando piedras preexistentes, convirtiéndolas en nuevos tesoros.
La diseñadora londinense Helen Kirkum no solo ofrece en su web un servicio de reciclaje de calzado a medida, sino también un taller, Sneaker Sculpture Workshop, en el que los participantes pueden aprender a diseñar sus propias zapatillas.
La empresa londinense ELV Denim ofrece ahora servicios a medida y personalizados para seguir avanzando en su estrategia de producción sin residuos y, al mismo tiempo, animar a los clientes a comprar menos y mejor.
El programa de reciclaje de la marca estadounidense de ropa interior Knickey acepta tu lencería usada y la transforma en nuevos materiales, como por ejemplo aislantes. Quienes donen obtendrán un 15% de descuento en su próxima compra.
Upparel es la principal empresa australiana de recogida de textiles, tanto de particulares como de empresas. Con la certificación B-Corp, ha desviado más de 1 millón de kilos de textiles de los vertederos.
WeCycle recicla o reutiliza textiles que recoge de escuelas, edificios residenciales, oficinas y otros lugares del área triestatal de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut.
Cullachange de Sydney da una nueva vida a tus prendas tiñéndolas de otro color.
Este artículo se publicó originalmente en Vogue.com. Traducción y adaptación: Esther Giménez.