Recuerda su nombre. Se nota, se siente: Valèria Sorolla, la protagonista de La consagración de la primavera, es una de las favoritas para recalar en la categoría de mejor actriz revelación en los próximos Goya. Y su paso por el Festival de San Sebastián lo ha dejado claro. Con el nuevo trabajo del director Fernando Franco (La herida, Morir) acaba de sellar un debut redondo en esto de los grandes eventos del cine: por un lado, la película –donde comparte pantalla con Emma Suárez y Telmo Irureta– ha destacado en la sección oficial y, con ella, su interpretación; por otro, ofreció uno de los grandes momentos de moda en la alfombra roja del festival.
Sensible a la creatividad más allá del séptimo arte, esta catalana tiene un proyecto musical, Puropedrito; forma parte del colectivo de creación escénica y audiovisual Matriu, y ha participado en producciones de la directora de arte Carlota Guerrero. Además, ha colaborado con diseñadoras de Barcelona como Paloma Wool o el dúo detrás de Aurembiaix. Por ello, de cara a su participación en el festival de cine tomó la decisión más lógica y, a la vez, natural: contar con la estilista Helena Contreras, encargada de los looks de Amaia y Clara Sans, y defensora de una praxis en la que la cultura de moda lo es todo. Un acierto.
Así, para la gran noche, Helena consiguió un vestido en gris perla de la colección primavera-verano 1998 de Chanel que sobre la pasarela lució la ya desaparecida modelo Stella Tennant. Con abertura trasera, se entrevé una pieza negra que Valèria supo poner en valor en su posado en la alfombra roja. Para aportar un toque de luz, escogió una gargantilla de Suot Studio. Pero ¿cómo empezó todo? Cuenta la estilista que muchos amigos del sector creativo le habían hablado de ella. Helena sabía de Valèria por algunas fotos de Paloma Wool y la tenía en el radar “por su pelazo”, confiesa entre risas. Finalmente, se conocieron en Barcelona. “Me gustó mucho que llegara con ideas, una lista de diseñadores que le gustaban, conflictos estéticos… Había en ella una intención de algo más que estar guapa y cómoda, que también es muy lícito", expresa la artífice de sus looks.
Entre todas las referencias que brotaron, Helena pronto encontró una que se imponía a todas: las colecciones vintage de la marca francesa. Y fue a los mejores en estas lides, Algo Bazaar, el proyecto de moda de archivo de pasarelas creado por sus amigos Gerard López y David Sanmartín. En su showroom, Valèria se probó muchas piezas históricas y Helena pudo comprobar que posee “una personalidad que se pone por encima de cualquier prenda”. Ambas tenían claro que tenía que ser ese vestido de Chanel. “Podríamos haber ido a por algo más arriesgado, pero optamos por la contención. En ella, este diseño, que es muy sencillo, me resulta clásico y moderno a la vez”. Un dato curioso: el look se presentó en 1997 (porque pertenece a la colección primaveral de 1998), el mismo año en el que nació Valèria.
Para la rueda de prensa, se decantaron por un estilismo más relajado pero, de nuevo, con una lección de moda detrás. La apuesta vintage fue una chaqueta de factura deconstruida firmada por Yohji Yamamoto y perteneciente a su colección primavera-verano 2000. La combinaron con unos pantalones negros de Paloma Wool, unos zapatos de About Arianne y un pendiente de Suot Studio; tres marcas, por cierto, de origen catalán, como esta dupla actriz-estilista. “Para mí, la ropa, especialmente en momentos importantes de la vida, puede ser algo que me sostiene, que me amplifica, que me ayuda a expresar quién soy mientras lo descubro”, transmite Valèria a Vogue.es después de su gran debut.
A modo de balance, la actriz aporta: “Supongo que para presentarme en un festival como el de San Sebastián quise ir a buscar más allá de lo disponible y hacer el ejercicio de imaginar con qué piezas me sentiría más yo. Las presentaciones en público y las elecciones estéticas implican confrontarte con tu propia imagen, y eso puede ser muy agobiante, pero si lo disfrutas, creo que tiene mucho sentido. Por eso me gusta trabajar con estilistas, descubrir diseñadores y piezas, hablar de ropa, mirarla, buscar en apps de segunda mano. Me interesa mucho todo lo que tiene que ver con el reciclaje no solo en la moda, sino también en la vida, como en la alimentación, en el arte a través del aprovechamiento y la recuperación... Me gusta lo vintage, aunque también tengo mis guilty pleasures, y ojalá tener ocasiones para explorarlo todo porque jugar con mi imagen es algo que me encanta". Seguro que las tendrá.
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