Kim Kardashian es capaz de muchas cosas, pero nunca de aburrirnos. Si hace unos días sorprendía con un look muy 2000s de top halter de lurex con pantalones de cuero o acaparaba titulares por agotar el stock de su línea de prendas interiores moldeadoras en cuestión de horas. Ahora ha sido su estilismo en los Premios Emmy a las Artes Creativas el que se ha convertido en viral, pero no por estrambótico como el Thierry Mugler con el que impresionó en la última Gala Met, sino precisamente por todo lo contrario.
Un vestido negro de terciopelo largo hasta los pies de falda lápiz que remarcaba cada una de sus curvas que terminaba en un ingenioso y escultural escote halter asimétrico en el que una de las tiras (la más estrecha) rodeaba el cuello, lo que aportaba cierta sensación de wrap dress al look. Por todo complemento, unas sandalias de tiras y un anillo XL.
También su beautylook es para que las invitadas de otoño tomen nota: cabello texturizado y recogido en un ingenioso moño alto de inspiración asiática. Por maquillaje, la reina del contouring ha optado por una paleta mate y nude que convertía su piel en una superficie impecable y remarcaba sus exóticos rasgos. Incluso en su look menos Kardashian, Kim es más Kim que nunca.