Belleza

Así se preparó esta novia editora de belleza para el día de su boda

Desde inyecciones de vitaminas para reforzar las defensas hasta algún que otro ‘retoquito’ estético, la ex editora de Vogue Tish Weinstock desgrana el régimen de belleza y fitness que siguió para brillar en su gran día
Así se preparó esta novia editora de belleza para el día de su boda
Chris Lensz

Este año me casé con mi mejor amigo en una ceremonia gótica de cuento de hadas. La boda tuvo lugar el fin de semana de Halloween, pero, como cualquier otra novia puede atestiguar, los preparativos empezaron mucho, mucho antes. El lugar, las flores, el menú, la tarta, el coro, el DJ, el tema, la planificación de los asientos, el vestido (o los tres vestidos, en mi caso)... había mucho que pensar. Por último, pero no menos importante, la preparación estética.

Después de haber escrito gran cantidad de artículos sobre cómo prepararse para el día de la boda, preparación de la boda, sabía que en cuestión de belleza, cuanto antes se empiece, mejor. Pero, en fin, llegó el verano y comí, bebí, fumé e hice el vago todo lo que pude recorriendo Europa. Además, con la situación horrible que había con los vuelos en el verano de 2022, me vi obligada a viajar durante un mes con solo equipaje de mano. Como alguien que sigue una rigurosa rutina de cuidado del cabello y de la piel en múltiples pasos, tener que reducir mis imprescindibles al tamaño viaje (incluido el maquillaje) fue casi como la decisión de Sophie. Las cosas no pintaban bien.

Tres vestidos de novia vintage marcaron la boda en Halloween de Tish Weinstock en el castillo de Belvoir
Tres vestidos de novia vintage marcaron la boda en Halloween de Tish Weinstock en el castillo de Belvoir
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Llegué a Londres a finales de agosto, con la piel seca, el pelo quemado y el cuerpo un tanto hinchado por las ingentes cantidades de vino, queso y carne curada. Normalmente, me tomaría mi tiempo y volvería a la rutina habitual, pero con el otoño a la vuelta de la esquina, el tiempo era oro. Me di cuenta de que tenía que poner en marcha un plan urgente, no solo para llegar bien físicamente a mi boda sino también mental y espiritualmente.

Así es como me preparé.

Cabello

Después de un verano de sol y mar, a principios de septiembre tenía el pelo un poco fosco. Una visita urgente a la tricóloga Hannah Gaboardi fue la panacea. La filosofía de Gaboardi, que aborda el cuero cabelludo del mismo modo que la piel, se basa en la hidratación y la nutrición.

Para darle un poco de amor a mi triste melena, Gaboardi me inyectó en el cuero cabelludo un cóctel especial de vitaminas, aminoácidos y otros factores de crecimiento para activar los folículos pilosos y, a su vez, recuperar un aspecto saludable. Es como una mesoterapia, pero para la cabeza.

Después de este buen chute al cuero cabelludo, me centré en las puntas abiertas. Aunque sabía que en la boda quería llevar extensiones XXL inspiradas en Rosalía, tenía que asegurarme ante de que lucir un pelo en plena forma y, para ello, mi peluquera (Maisie Tomkins, de Josh Wood) me programó un plan de cuidado: mascarillas capilares nutritivas una vez por semana y cortar un poquito las puntas regularmente hasta que llegase la boda. ¿El resultado? Un cabello con mucho cuerpo y un brillo saludable.

Cejas y pestañas

Sabía que con la increíble Isamaya Ffrench a los mandos del maquillaje, mi look nupcial estaba en buenas manos. Así que lo único que quedaba por hacer era dar forma a las cejas y rizar y elevar las pestañas, lo que logré con una visita rápida al Blink Brow Bar más cercano.

Bienestar

Para mí, la belleza no consiste solo en tener un buen aspecto, sino también en sentirse bien, por lo que me he enganchado a las inyecciones de vitaminas. Celebrar la boda en otoño implicaba exponernos a temperaturas más frías y a todos los resfriados, gripes y otras enfermedades respiratorias que vienen con ellas. No hay nada peor que ponerse enferma antes de un gran evento, de modo que elegí la infusión para reforzar las defensas de Effect Doctors. Enriquecida con altas dosis de vitamina C, selenio y zinc, está pensada para combatir las infecciones bacterianas y víricas, estimular la respuesta del sistema inmunitario y luchar contra la inflamación. A medida que se acercaba la boda, también añadimos un poco de glutatión para potenciar la producción de colágeno y mejorar el cutis, dando a mi piel un brillo desde dentro. Creo tanto en este tratamiento que incluso me vitaminé la mañana de mi boda, lo que me ayudó a cortar de raíz cualquier resaca de la noche anterior.

The bride getting a drip on her wedding dayChris Lensz

Fitness

Como soy una persona perezosa hasta decir basta, supuse que la preparación física para la boda iba a ser lo peor de todo. Pero lo maravilloso de hacer ejercicio es que no solo sirve para mejorar tu cuerpo, sino también de agudizar la mente.

Para empezar, me apunté a un curso de Pilates en Form Studios de Notting Hill. Diseñado para activar los músculos del core, el Pilates es una forma excelente de fortalecer el cuerpo y mejorar el equilibrio (algo muy necesario cuando hay que caminar hacia el altar, aunque acabé cambiando los tacones en el último momento por unas bailarinas blancas de satén de Miu Miu). Además, su énfasis en técnicas de respiración y atención plena ayuda a reducir el inevitable estrés, la ansiedad y el sueño interrumpido que que conlleva la planificación de una boda.

A medida que se acercaba el gran día, también aposté por unas cuantas sesiones en E-Pulsive, un estudio de entrenamiento de estimulación muscular eléctrica. Mediante impulsos eléctricos que contraen los músculos con precisión, sus intensos entrenamientos de 20 minutos de electroestimulación moldean y fortalecen el cuerpo a la vez que ayudan a retensar la piel de cara a un gran evento. Con un look nupcial como el mío,  compuesto en gran parte por naked dresses, esta tonificación de última hora resulta muy valiosa. 

Piel

Para conseguir la máxima luminosidad, mi primer recurso fue acudir a la experta en piel Teresa Tarmey. Su tratamiento facial incluye una doble limpieza de poros, un peeling personalizado con ácido láctico, alguna que otra extracción muy necesaria, un rodillo en frío para esculpir la piel (y estar definitivamente arrebatadora) y una terapia de luz LED. Merece la pena solo por la luz LED: 30 minutos bajo la máquina de luz mágica de Teresa no solo hizo maravillas con mi piel, sino también fue un bálsamo para mi mente superacelerada.

Ahora, los retoquitos. Aunque seguir un régimen de cuidado de la piel constante, combinado con tratamientos faciales regulares, es la base de una piel jugosa y llena de vida, una ocasión especial requiere tratamientos especiales. En primer lugar, Profhilo y un poco de ‘baby bótox’, cortesía del Dr. Marco Nicoloso de Ouronyx y del Dr. Ahmed El Muntasar. El Profhilo, un tratamiento con ácido hialurónico, es un método excelente para recargar e hidratar la piel, combatiendo con ello la flacidez y reafirmando sus contornos.  El baby Botox, por su parte, que consiste en recibir pequeñas inyecciones de la toxina en sitios estratégicos, minimiza la apariencia de las líneas expresión con mucha naturalidad en comparación con los rostros congelados que dejaba el bótox en otros tiempos.

Otros tratamientos que quería probar eran Nucleadyn y Potenza, ambos ofrecidos en 111Harley Street. Compuesto por polinucleótidos polimerizados, Nucleadyn es un tratamiento inyectable pensado para potenciar la regeneración de los tejidos, así como para restaurar la firmeza y la elasticidad de la piel, combatir los radicales libres y prolongar la actividad del ácido hialurónico en un 40%. A diferencia de un relleno dérmico, no altera la estructura ni el volumen del rostro, sino que su objetivo es potenciar la salud de la piel.

Potenza es algo que me apetecía probar desde hace tiempo. El tratamiento, que combina microagujas y radiofrecuencia, activa el proceso natural de curación del cuerpo, lo que a su vez fomenta la producción de colágeno y elastina. La única cosa que hay que tener en cuenta es el tiempo de recuperación, ya que estarás roja durante un par de días. De hecho, por regla general, evita hacerte cualquier tipo de tratamiento en vísperas de un gran evento, ya que pueden provocar descamación, hematomas o enrojecimiento.

Manicura

Para acompañar la deliciosa estética gótica del resto del look, sabía que tenía que llevar las uñas oscuras y que marcasen un bonito contraste con el blanco delicado de mi vestido de novia de encaje. Para ello, recurrí al esmalte Pinotage de Bio Sculpture, aplicado con mucho cariño por Maria, de la aplicación de belleza a la carta Ruuby. Porque ¿qué mayor lujo que hacerse la manicura de tus sueños cómodamente en tu propia casa?