La boda en Valladolid de Ana y Miguel: un enlace de invierno donde la nieve consiguió una postal de ensueño
La novia llevó un diseño de Larriba Atelier que completó con una estola de pelo de su abuela
Una boda en Valladolid con la nieve como protagonista
Tener un día de sol reluciente y una temperatura agradable es uno de los grandes deseos compartidos por la mayoría de parejas para el día de su boda. Sin embargo, Ana y Miguel escogieron el primer fin de semana de marzo con el objetivo de orquestar una celebración de invierno cargada de romanticismo. Se casaron en pleno temporal y, lo que para muchos habría sido un fastidio, para ellos fue casi un sueño hecho realidad. “Si tuviera que elegir un momento único, diría el instante en el que empezó a nevar. Todos los invitados sabían lo especial que era para nosotros. Nos quedamos las caras de felicidad e incredulidad de todos ellos y lo divertido que fue salir bajo la nieve”, recuerda la pareja.
El lugar elegido para la celebración fue el Monasterio de Santa María de Valbuena, un edificio construido en siglo XII en la ribera del río Duero cuya arquitectura fue el punto de partida de toda la decoración de la boda. “Los dos apreciamos mucho la estética de los espacios, aunque tenemos gustos muy diferentes. Conseguimos crear una decoración clásica pero con un toque desenfadado, minimalista y, al mismo tiempo, romántico, que nos representara a ambos”, confiesan.
Todo lo que las colecciones nupciales de este año nos indican que veremos sin parar en los próximos 12 meses de bodas
Una decoración de boda cargada de simbolismo
Ana es la fundadora de Appétit, un taller de cerámica con sede en Madrid, Sevilla y Valladolid que, por supuesto, tenía que tener presencia en un día tan especial. Así, la propia novia diseñó varios modelos de jarrones que adornarían las mesas, acompañadas de las flores de Ferini. Ideó también dos tipos de centros: unos jarrones de estética cubista y otros horizontales para crear varias alturas. “Apostamos por detalles que encajaran con el estilo de Miguel, más sobrio y moderno, y con el mío, más rústico y romántico”, reconoce la novia.
De toda la organización y decoración del evento se encargó Kuramae. Se trata de un estudio creativo especializado en papelería e ilustraciones fundado por dos amigas de la novia y que acompañaron a los novios en todo el proceso, desde la búsqueda de proveedores hasta el diseño de la papelería y la decoración, que completaron con arreglos florales de Ferini.
Un vestido de novia protagonizado por una estola de pelo de su abuela
Ana confió en Larriba Atelier para la confección de su vestido de novia. Quería un diseño clásico, con movimiento y detalles metalizados. Así, en el taller de Larriba crearon una pieza de muselina de seda y satén con un cuerpo drapeado a juego con las mangas. La falda, plagada de godets, aportaba el movimiento que pedía la novia.
Aunque la verdadera protagonista del look era una estola de pelo que Ana lució durante la ceremonia. Era una pieza perteneciente a su abuela, perfecta para un estilismo nupcial de invierno. El look lo completó con dos anillos de diamantes –también de su abuela–, una pulsera de topacios que le regaló Miguel y unos pendientes en clave minimal.
Las fotografías del evento, a cargo de Plataforma, son el mejor reflejo de la belleza que imperó en esta boda en Valladolid celebrada en pleno invierno.
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